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El vínculo afectivo entre la madre y bebé – Peques

El vínculo afectivo que se logra establecer entre madre y bebé es fundamental para el desarrollo emocional, psicológico y social de los peques. Este lazo permite que el bebé pueda tener las bases necesarias para que le sea más fácil establecer distintos tipos de relaciones en el futuro.

 

Sin lugar a dudas, es el vínculo afectivo más importante para el bebé, y funcionará como un factor protector, aunque es fundamental que se logre establecer de forma segura, estable y saludable para ambas partes. Por eso, en este artículo te mencionamos en qué consiste este vínculo afectivo, la importancia de una crianza sin apegos y cómo educar a tu recién nacido.

 

Vínculo afectivo entre madre y recién nacido: ¿A qué hace referencia?

 

El vínculo emocional único que una mamá tiene con el bebé establece las bases para el desarrollo físico, social y emocional del peque. Es así, que a medida que se forma un bebé en el útero, la madre comienza a experimentar diferentes sensaciones e imagina cómo podrá llegar a ser el bebé. A su vez, surgen distintas incógnitas, que tienen que ver con el cuidado del peque y se cuestiona si el bebé le va a corresponder.

 

De igual forma, se presentan cambios físicos y hormonales bastante evidentes en el organismo de la madre a la vez que se prepara para el parto. Esta conciencia de un nuevo integrante en la familia inicia permite que se genere esa sensación de apegarse al bebé de forma emocional.

 

El proceso ocurre de manera gradual y cuando acontece el nacimiento, la mamá va a sentir al chiquis como una parte de su ser. Por lo tanto, este vínculo afectivo le permite aprender al bebé sobre el primer modelo a seguir para conseguir nuevas relaciones interpersonales. Así mismo, permite fortalecer su seguridad y autoestima.

 

¿Cómo se establece el vínculo afectivo entre la mamá y el bebé?

 

Al nacer, en su gran mayoría los bebés están preparados biológicamente para lograr establecer el vínculo afectivo con su mamá. Para que se pueda fortalecer es necesario trabajar en la interacción con el bebé en diferentes aspectos, estos son los siguientes:

 

  • Contacto físico: en especial durante los primeros días, el que se da “piel con piel”, el cual es relajante tanto para el bebé como para su mamá.
  • Contacto visual: a través de esta interacción el bebé logra reconocer a su mamá, es sin duda alguna un amor a primera vista, su progenitora es su primer amor.
  • Hablar al bebé: esto permite que el bebé se sienta acompañado e importante. Además, comienza a comprender algunas señales de afecto.
  • Ofrecerle caricias y acunarlo: cuando el bebé siente las caricias de su progenitora se siente seguro, aliviado y amado. Son las primeras manos que hacen contacto con su piel. Además, al acunar se siente relajado y en calma.
  • Amamantar al bebé: es quizás el momento más especial y donde existe mayor conexión entre la mamá y el bebé. Él se siente tranquilo, relajado y seguro. La mamá por su parte, le aporta todos los nutrientes que requiere para su adecuado desarrollo.

 

Lactancia materna para establecer el vínculo afectivo

 

Cuando una mamá da pecho a su bebé se establece una atmósfera inigualable, en la que no sólo le ofrece alimento, sino que se ponen en marcha una serie de mecanismos necesarios para que se refuercen los lazos entre la madre y el bebé. Es un contacto tan íntimo, tan especial; que a nivel neurológico se producen estimulaciones en el cerebro del pequeño y la madre.

 

Precisamente, existen dos hormonas necesarias en la lactancia materna, que también interpretan un papel protagonista en el establecimiento del vínculo, estas son:

 

  • Prolactina: necesaria para la producción de la leche, pero que a nivel emocional hace que la mamá esté atenta a las necesidades de su bebé.
  • Oxitocina: responsable de la eyección láctea, es la hormona del enamoramiento, pues hace que exista ese amor entre bebé y mamá.

 

Gracias a la lactancia materna se establece un diálogo sin palabras entre ambos, una comunicación íntima. El contacto piel con piel, las caricias, el sabor de la madre. El bebé se siente protegido en brazos de la mamá, y la madre se siente capaz de proteger a su bebé.

 

Crianza con apego: ¿Hasta dónde es conveniente?

 

Podemos distinguir entre el apego seguro y el apego inseguro. En este sentido es importante tener en cuenta hasta dónde deberías llegar como mamá para que no se vuelva algo nocivo para el bebé.

 

  • Apego seguro: se basa en constantes manifestaciones afectivas tanto físicas como verbales, respondiendo a las necesidades del bebé. En este tipo de apego la madre le transmite a su chiquis seguridad y confianza, lo cual hará que crezca con una personalidad firme y autónoma que le permitirá un adecuado desenvolvimiento social a lo largo de su vida.
  • Apego inseguro: este se subdivide en diferentes tipos:
      1. Apego evitativo: el bebé demuestra confianza en sí mismo y apego a su mamá, pero no confía en el entorno.
      2. Apego desorganizado: el chiquis tiene un concepto negativo de sí mismo y además del entorno.
      3. Apego Ambivalente: El pequeño tiene una idea negativa de sí mismo, pero tiene una apreciación positiva del entorno.

 

¿Cómo educar a un bebé recién nacido?

 

Cuando nace un bebé, como mamá te enfrentas a una serie de retos, en especial cuando tiene que ver con su educación. Es necesario, seguir ciertas pautas para que consigas el resultado que esperas. A continuación te dejamos algunos consejos que puedes emplear:

 

  • Amamanta a tu bebé cuando lo necesite: la lactancia materna no debe tener horario, debe ser a libre demanda. Los horarios de alimentación de cada 3 horas son para los bebés alimentados con fórmulas lácteas. Un bebé recién nacido no solo requiere del pecho de su mamá cuando tiene hambre o sed. También, es la forma que tiene para vincularse, para encontrar consuelo, para sentir el amor de su progenitora.
  • Atiende a tu bebé cuando llore: el llanto del bebé recién nacido es su única forma de expresión; cuando llora, es porque algo necesita. Puede ser que tenga hambre, que tenga los pañales sucios o esté acalorado o con mucho frío. Es posible incluso que tenga problemas para respirar o algún malestar. Un bebé no es capaz de resolver estos problemas por sí sólo, por ende necesita la ayuda de su mamá.
  • No ignores a tu bebé: no dejes solo a tu bebé ni en la cama, ni en la cuna, ni en el cambiador, ni en otro cuarto. Un bebé recién nacido no debe ignorarse en ningún momento. Puede necesitar atención en cualquier instante. Existe la creencia de que “es necesario que aprenda a ser independiente”. Ya habrá tiempo para que el pequeño se independice. Este proceso se realiza de forma natural poco a poco a lo largo del primer año, no es necesario forzarlo. Una forma que te va a ayudar a mantener contacto continuo con tu bebé sin dejar de hacer otras cosas que necesitas, es hacer uso de un cargador para bebé. Así tendrás tus dos manos disponibles, mientras ambos disfrutan del contacto.
  • Castigarlo no va bien: para criar bebés felices y seguros de que sus necesidades son atendidas, hay que tener paciencia. Puede parecer complejo cuidar a un recién nacido, pero un bebé necesita la paciencia de su mamá. Algo indispensable es que cuando las personas que más aman a un bebé son capaces de regular las emociones negativas que los azotan, garantizan que estos sean adultos más empáticos y cooperativos en el futuro.
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