El hipo en bebés recién nacidos suele ser bastante común y puede llegar a extenderse de forma regular hasta su primer año de vida. Este suele surgir al presentarse una contracción del diafragma del pequeño, lo cual ocasiona que el aire se expulse por medio de las cuerdas vocales, generando el sonido característico del hipo.
Muchos padres se preguntan si el hipo es peligroso y qué alternativas existen para controlarlo. Así que en el siguiente artículo vamos a ampliar toda la información sobre causas y la forma de detener el hipo en un recién nacido.
¿Por qué a los bebés recién nacidos les da hipo?
El hipo aparece en un bebé recién nacido cuando algo causa un espasmo en el diafragma y las cuerdas vocales se cierran rápidamente. Esto obliga a que el aire salga a través de las cuerdas vocales cerradas, lo que crea el sonido del hipo.
El diafragma es el músculo que separa el abdomen del pecho y se mueve para arriba y para abajo cada vez que respiramos.
El hipo en bebés recién nacidos nos pareciera que aparece sin motivos, pero hay tres factores que lo pueden desencadenar con facilidad:
- Comió demasiada cantidad.
- Comió demasiado rápido.
- Tragó aire.
Eso hace que el estómago del bebé se expanda más de la cuenta, lo que presiona el diafragma y genera el hipo.
El hipo demasiado común puede ser un síntoma de una enfermedad más compleja, por lo que recomendamos siempre consultar con el pediatra de cabecera.
¿A los bebés en el vientre les puede dar hipo?
La respuesta rápida es sí. ¿Por qué sucede? Bueno, te contamos que esta reacción se denomina como hipo fetal, el cual se presenta a partir del segundo trimestre de embarazo. La gran pregunta es: ¿Son normales estos movimientos rítmicos? La respuesta es SÍ, aunque en un inicio pueden parecer extraños.
El hipo fetal ayuda a los bebés a preparar a los pulmones para el momento en el que les toque respirar aire y no líquido amniótico.
Además, el hipo fetal los ayuda a practicar la succión y la deglución, que son dos procesos que necesitan saber en el momento en le que nacen. Eso los ayuda con el desarrollo neuronal.
¿Cómo quitar el hipo a un bebé recién nacido?
No existen fórmulas mágicas para quitar el hipo a un bebé. No obstante, te dejamos algunos consejos para quitarle el hipo a tu bebé:
- Los bebés que tragan demasiado rápido mientras están siendo amamantados o mientras toman tetero, pueden sufrir más fácil de hipo. Por eso, ayúdale a que se tome pequeños descansos para que no trague aire.
- Cuando temine de comer, si está despierto, déjalo en posición vertical.
- Cambia de posición al bebé cuando le dé hipo.
- Dale un chupo. Esto es útil porque el reflejo de succió y deglución normalmente quita el hipo.
- Los estornudos también quitan el hipo.
- Mételo a la bañera. Esto los ayuda a relajar todos los músculos. Puedes acompañarlo de juguetes de baño para hacer del momento uno más ameno.
Hipo en bebés recién nacidos: ¿Qué no deberías hacer?
Existen algunos métodos para quitar el hipo que se han extendido pero que, realmente, ni funcionan ni son beneficiosos para el bebé. Los remedios más contraproducentes y que no deberás utilizar para intentar quitar el hipo de tu bebé son:
- Tapar la nariz del bebé: jamás debes tapar la nariz del bebé para eliminar el hipo, ya que no servirá de nada. Solo provocará que el bebé llore y se asuste.
- Gotas de limón en el agua: el limón es una fruta demasiado ácida para el bebé, incluso cuando ya ha comenzado con la alimentación complementaria.
- Bebidas con gas: al igual que el agua con limón, no es recomendable ofrecerle al pequeño bebidas con gas.
¿Cuándo consultar al pediatra por el hipo en un bebé recién nacido?
Como hemos dicho anteriormente, el hipo es frecuente en los bebés recién nacidos hasta por lo menos los 6 meses de edad. Si a partir de esta edad, el hipo sigue sin cesar, es recomendable que se lleve el bebé a una consulta con su pediatra más que nada para descartar que el hipo esté siendo causado por una alteración en su aparato respiratorio o digestivo, o que presente algún otro problema fisiológico.